viernes, 11 de julio de 2008

Orgullo + San Fermín

Por tercer año, he empalmado el Orgullo en Madrid con San Fermín. La verdad es que no quería perderme ninguna de las dos cosas...Y me alegro de haber podido compaginar las dos, porque ha sido una gran diversión (y el mejor MADO de todos, con bailes en la Calle Pelayo, visita al Alcina y bollos a troche y moche).

San Fermín ha estado genial, y además, yo estoy muy orgullosa de mí misma, porque ya voy entera de blanco y con pañuelo rojo y faja y todo. Nada de vaqueros, como una guiri cualquiera, eso se acabó.

Me cogí un par de pedos majos, vi a Mireyis hacer la peonzona y me regaron de vino en los toros, así que he visto cumplidos mis propósitos. No me puedo quejar. Además, el jueves por la mañana hicimos un festival de los hedores que fue el tronche auténtico. LaPenca iba hecha un cromo después de los toros, porque no nos duchamos ni nada, y mi choto combinado con el vino, la roña, el pinrel y los espárragos formaban una mezcla explosiva. Estuvimos diseccionando olores como Grenouille en El perfume mientras nos trincábamos todo el papiamento de la nevera, después de lo cual yo derramé mi locutorio de lujo por el lavabo.

Eso sí, lo de enganchar la fiebre multicolor con la fiebre rojiblanca me ha dejado extenuada. Parece que he recuperado el tiempo perdido en Holanda. Ahora toca calma y sosiego, aunque espero que no por mucho tiempo...

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