domingo, 25 de octubre de 2009

The hardest to learn was the least complicated

Debe de ser que el cambio de hora no nos sienta bien y que la noche nos pilla un poco desprevenid@s a tod@s.

Hace cinco años no habría llegado a imaginar cómo sería la vida que llevo ahora. La verdad es el futuro rara vez se ajusta a como nos lo imaginamos, pero a mí me ha ido saliendo bien y creo que tomé la mejor decisión que pude haber tomado entonces.

Pero ahora pienso en lo rápido que han pasado estos últimos cinco años. Creo que por eso me he dedicado a rescatar la banda sonora de mi moçedad y me he dado cuenta de que todo el mundo se hace mayor, incluso yo, que tenía la certeza de ser estar vacunada contra el paso del tiempo.

El futuro de ahora me da miedo y yo no veo expectativas, ni veo por dónde van a tirar mis pasos. Veo que no quiero ser una persona seria y responsable, porque en el fondo, sigo siendo muy pequeña: una "minipenca", parafraseando a mi sabia mentora, la penca del abrigo verde y los guantes dehomo sapiens.

6 comentarios:

Christian Ingebrethsen dijo...

Desde luego, hace cinco años por ejemplo jamás habría el vertiginoso ritmo que ha tomado mi vida en el último año.

Besos.

Mara dijo...

Yo siempre te recodaré así, abrigo verde y guantes de colores. Cinco años no son suficientes para que la emperatriZ infantil crezca. Aunque Quevedo tenga tanta razón de lo presto que se pasa la vida. Un besito!!!

claradriel dijo...

Pues sabias son tus palabras.

Saludos.

Montse dijo...

Una niña vestida con traje de adulta como decia una comapñera blogera, común a las dos.
Eso pasa...a todas y sientes sensaciones ajenas y propias, lejanas y pegadas a ti, contradicción del tiempo...
un beso

Griada dijo...

Yo no te veo mayor, te veo GRANDE, que es mucho mejor.

reckoning dijo...

Supongo que hacerse mayor es volver la vista atrás (y pensar que es en esa dirección cuando mirar no da miedo).