martes, 4 de enero de 2011

La pluie sans parapluie

Aquella chica era una como herida que nunca se cierra, siempre convaleciente, en cicatrización constante, y las palabras le hacían daño, lo mismo que el alcohol.

Las palabras, palabras nada más, lanzadas al vuelo, que nos hieren como diminutos dardos en la piel abierta.

De la misma manera, ella, a veces, elegía sus palabras con cuidado, palabras para salir del paso, meros signos, palabras sin consistencia que ella desplegaba para guarecerse debajo de ellas como bajo un paraguas de colores.

Esperaba estar sola para estar consigo misma, plegar el paraguas y ser ella misma.

2 comentarios:

BC dijo...

Me encanto, espero no ye haya importado lo cogí prestado.
Un beso y feliz año (seré la última o no?)

paula budge dijo...

me encantaaaa!