domingo, 5 de agosto de 2007

Me aburro

Dice que el joven Rodericus salió de casa aquella mañana como cualquier otra mañana...Como todos los días de todos los meses, cumpliendo paso a paso los pasos de su siempre rutinaria rutina de siempre.

Hacía buen día y Rodericus danzó por el parque en dirección a la parada de autobús (el parque, esa amplia moqueta verde donde proliferaban las flores de plástico, rojísimas y exultantes bajo la luz de un enorme flexo situado a años luz de allí). En la parada de autobús, vio a los maniquíes que iban y venían, los guapos y modernos maniquíes mecánicos, andando, deprisa, tropezándose, sofocados, corriendo para que nos se les escapara el autobús. Una bellísima maniquí le sonrió desde el otro lado de la calle, y fue aquella una extraña amorosa visionae (Rodericus ya la había visto, estaba casi seguro, lo sentía, aunque no era del todo capaz de recordarlo). Pero el autobús llegó, y Rodericus tuvo que marcharse en seguida.

Varias horas después, Rodericus danzaba de vuelta a su casa. En un banco del parque estaba la GIGANTESCA barbie rubia, echándole un ojo a sus dos pinipones GIDANTESCOS mientras éstos jugaban en los columpios, y sosteniendo en brazos al tercer vástago, el también GIGANTESCO cocoliso, vicalvarado y choriciforme. Pero a Rodericus no le gustó la barbie. Demasiado delgada, demasiado peliteñida, demasiado artifical para su gusto.... ¡Nada que ver con la bella maniquí de antes!

Luego se topó con las pajaritas de papel, posadas junto al estanque de espejos. Se topó con la anciana de siempre, la anciana de uñas postizas, dentadura postiza, pelo postizo (el de la cabeza). Pero él casi no reparó en ella, porque seguía pensando en la bella maniquí mecánica... En su finísima nariz de porcelana y en sus verdecísimos ojos de vidrio. Una maniquí superlativa, pensó Rodericus... Y estalló la tormenta. (Las gotas de lluvia se precipitaron con fuerza desde los altos aspersores, los truenos reverberaron en los altavoces, y se hizo la noche).

Y dice que Rodericus se despertó a la mañana siguiente con una sensación extraña en la barriga, como si hubiera tenido un sueño raro... Y salió a la calle, como siempre, y cruzó el parque en dirección a la parada de autobús, como siempre. Y como siempre, vio las flores en de plástico, las pajaritas de papel, la anciana postiza, los espejos. Pero buscó la sonrisa al otro lado de la calle, y la sonrisa era de verdad.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Soy la primera!, por una vez ¡soy la primera!
Me ha encantado el post, me encantan esas sonrisas... que resultan reales.
Un beso

Anónimo dijo...

Penca!!!!! Que bonitoooooo!!! Estoy alucinando, en serio!! Conforme lo leía he flipao con las metáforas (o lo que sean, vamos, jeje!!) Son cojonudas!!! No me imaginaba el final y es una pasada!!!! Me has hecho sonreir!! Es genial!!
1besooooooo

La Penca dijo...

Estrella Fugaz: Je, je, je...¡Gracias! La sonrisa, es verdad, era lo único un poco real en la historia ;)

Phoebe: ¡Gracias! Se me ha ido un poco la olla con las metáforas, je, je, je...Pero me alegro de que te hayan gustado. Un besico...¡Y sigue comentando!

Griada dijo...

Mmm.... no se por que, pero esto me huele a que la Penca esta volviendo con mucha mas fuerza que nunca.

Por que te vas?...

Snif Snif snif

Alnitak dijo...

Qué bonito! A veces esas cosas pasan, por suerte...

Alnitak dijo...

Por cierto, aún no había visto tu nuevo look, me gusta mucho. :-)

Ripley dijo...

Me ha encantado la historia, y la sonrisa del final. un besito.

mtg dijo...

Me ha encantado.Me ha parecido increible :)

Mara dijo...

Penca, ya q t aburres actualiza!! He estado hoy en la Verbena de La Paloma y te he echado mucho de menos :( Un besito!!

Mara dijo...

Qué heavy!! Mira la hora de mi comentario anterior: 10.10 y t juro q no lo he hecho aposta!! Este misterio m trae x la calle de la amargura...

Anónimo dijo...

Me gusta el cambio que has dado a tu espacio, a tu blog, un beso y feliz verano.
Montse
(si me lo permites... sigue escribiendo...)

Ninfa dijo...

Penquita no puedes abandonarme así, te vas muy lejos pero... ¿volverás a ser mi vecina verdad?
Para cuando el café de despedida, no puedes irte sin despedirte :P.
Un besito.

Anónimo dijo...

Pencaaaaa!!!
A que esperas para escribir otro cuento?? Lo estoy deseando!! Que no hago más que darle a la tecla con mi suficiencia, que a veces ni yo mesma entiendo!! jaja!!Esto es lo único no científico que leo, mi única "literatura". Así que exprime el cerebelo... jeje
Ya vas haciendo la maleta??
1besoooooo

இலை Bohemia இலை dijo...

Gracias por contarme esta historia antes de irme a dormir...se agradece...

BSS