jueves, 4 de diciembre de 2008

Luna congelada

Con esta soledad
alevosa
tranquila
con esta soledad
de sagradas goteras
de lejanos aullidos
de monstruos de silencio
de recuerdos al firme
de luna congelada
de noche para otros
de ojos bien abiertos

con esta soledad
inservible
vacía

se puede algunas veces
entender
el amor.

Mario Benedetti.


...Yo creo que en el fondo también quiero que me quieran. Siempre lo he querido, porque además tengo la mala suerte de no saber vivir para mí, vivo para las personas, por las personas, las personas que importan.


Hoy hace mucho frío y necesito que me quieran a lo bestia, con un amor perfecto como un pretérito indefinido, perfecto como un círculo. Un amor de los que hacen cosquillas y parecen que te van a estallar un poco en el pecho, por ser tan desmesuradamente grandes. Hoy querría que me pegasen besos en el cuello, a modo de sellos, sentir cerca la otra piel, suave como pétalos; compartir la soledad con alguien, que la soledad fuese menos pesada, más llevadera siendo repartida entre dos...

2 comentarios:

Mara dijo...

Yo te quiero una pechá aunque supongo q esto no t consuela jajaja! Ya sabes q yo te comprendo siempre. Ósculos!

P.D. Estás para hacerte un destrozo ía! jajaja!

Lorena dijo...

¿Y quién no quiere que le quieran? Si no hay nada más reconfortable y más aún en estos días en los que el frío congela hasta las pestañas.

No felicité a tu magnífico blog el otro día, así que ahora es el momento ;) ¡Felicidades! Y a ti sólo me queda decirte que sólo tienes que perder un álbum de fotos para que aparezca tu Amélie Poulain, jaja

Un beso graande