sábado, 2 de enero de 2010

Ejercer de María Fontaneda

Yo creo que a veces es bueno llorar torrencialmente, así con llanto de presa que se rompe o de barco de pesca en alta mar. Es como cuando hay tormentas de verano y luego sale el sol más limpio.

Ayer, cuando pescaba en alta mar, pensé que me gustaría ser como una galleta María para poder partirme en tres y dejar una parte en Vandalia, otra en Londres y otra en Madrid*.

Luego me tapé hasta arriba, y cerré los ojos, y pensé en los besos mágicos, y Chispa se encargó de echar a los minimonstruos que se acercaban de puntillas a mi cama...


*(Naturalmente, el trocito de Madrid tendría derecho a baños de café o Colacao, por lo menos).

5 comentarios:

Anónimo dijo...

igual no puedes partirte en tres

pero si puedes enviar esencia de maría fontaneda a vandalia y a londres... y ellos podran echarla por cualquier sitio, y hasta las lentejas sabran a María...

es mejor que la María entera se quede donde los baños de colacao, para que cuando esté blandita la puedan secar al sol...

pero no te preocupes que ellos sabran que estas...estoy segura...

un súper beso...
y claro que está bien llorar :)

elena la penca

La Penca dijo...

Anónimo: Gracias, Elena... Lo de la esencia de maría fontaneda es buena idea. Lo tendré en cuenta. Un beso obeso ;)

Carmen dijo...

uy, pues sí... este post podría haberlo escrito yo. qué cosas... madrid londres y mi limbo.

como una galleta maría.

un abrazo de llanto que no sale.

Pau dijo...

¿Y por qué no mandas una migaja a Pamplona? Aquí también nos gustan las galletas María...

Yo también tengo un sentimiento parecido, pero yo más que dividirme, me clonaría.

Alnitak dijo...

Yo también estoy totalmente de acuerdo, es tremendamente sano llorar torrencialmente, llorar porque todo lo que no se llora se queda dentro y se pudre con los años.
A veces, sin que te des cuenta esos trocitos de ti se quedan por ahí en el mundo aunque no seas conscientes de haberlos dejado, pero ahí está la verdadera magia.