sábado, 3 de septiembre de 2011

Un gelato al pistacchio

Pasaron las visitas de Novia y de Manceba, las tardes largas y los helados.

El verano es cada vez menos verano y más otoño; y, sin embargo, los baños de septiembre son los mejores: el mar muy azul, el agua muy fría. La masa de veraneantes se ha ido y ahora solo quedan cuatro gatos en la playa, lo que, a mi manera de ver, la vuelve encantadora. Tan solo un vendedor de cocacolacervezafantagua pasó por allí hoy al mediodía, y el Homo merdellonis, especie endémica de la Vandalia costera, con su Vane y su Richard y su txoko de jardín en playa, había casi desaparecido del mapa.

El helado del verano ha sido el de pistacho, seguido de cerca por el de galleta Chiquilín. Novia y yo comentábamos que el pistacho era un fruto seco muy reputado cuando yo era chica, pero que anda un poco en decadencia desde que se popularizaron en España los anacardos.

El sábado vamos de viaje por el Algarve y el Alentejo. O final do verão.

El libro del verano, Il barone rampante.

5 comentarios:

Helen Ford dijo...

Es cierto, ahora el anacardo tiene más glamour y cuando yo era chica también tenía mucho caché el pistacho.
Sin embargo llegará un momento en que la nuez de macadamia se popularice y los desbanque a ambos frutos secos, los pobres.
Septiembre es un mes delicioso para estar junto al mar.

Helen Ford dijo...

Ah, lo olvidé, felices vacaciones.

La Penca dijo...

Helen Ford: Muchas gracias :) Es verdad, yo creo que la nuez de macadamia estará al caer (y a mí me gusta mucho, para qué engañarnos). Con los frutos secos, como con todo, las modas van y vienen. Un saludo.

Eloísa está debajo de un baobab dijo...

Encantou-me

La Penca dijo...

Eloísa está debajo de un baobab: Me alegro :) Lo mismo digo de tus posts del verano... Antes ya me gustaba, pero Ibiza te ha iluminado...Um beijo.