jueves, 14 de noviembre de 2013

Sois hermanas, ¿no?

Queda poco más de un mes, pero es igual. Hace cinco años que te quiero, y eso es suficiente para estar contenta, aunque se me olvida muchas veces.

Han pasado tantas cosas malas este último año, tantas enfermedades y tantas muertes, tanto estrés, tanta pérdida del sentido...Nuestra vida ha cambiado un poco.

Hace cinco años no imaginábamos todo lo que iba a pasar: las cosas malas y las buenas.  Mucho menos hace ocho años, cuando yo venía a llevarme la vida por delante, como decía Gil de Biedma. Tú te has apenado y yo me he achorretado (que no enchorretado). Incluso tengo un jersey negro de cuello vuelto. Este año yo he descubierto que la vida puede ser muy horrible y que la muerte está atornillada a la vida. Antes no lo sabía. Eso debería ayudarme a intentar vivir más el momento, pero para mí es siempre difícil.

Pero tú estás en todas partes, para recordarme que la vida es bonita, para recordarme que el día es largo pero no importa porque al final me dormiré abrazada a ti, con la nariz pegada a la playa del cuello.

Esta tarde me pondré tu bufanda artesana de punto que huele a ti y me acordaré de ti cuando vaya a trabajar; te quitaré mentalmente la ropa mientras voy en el autobús, y luego pensaré en el menú del fin de semana, en los viajes lejos, en hacerte regalos muyos para disfrute conjunto...

Yo no soy grande ni bonita. Solo soy buena, soy inquieta y curiosa, no feúcha, pero muy normalilla, malencónica a veces, muy pena, control freak, y empollona. Pero tú me recuerdas que soy enorme: tú me haces grande y bonita.

Me da igual que seas madrileña y arquitecta. Preferiría que fueses maestra, veterinaria, pianista, profesora de latín y esas profesiones fetiche que una tiene. No voy a enriquecerme lingüísticamente contigo. Pero hemos llegado hasta aquí, y me parece muy bien que seas arquitecta mientras tú y yo seamos el centro de nuestro universo. Las axonométricas y todo lo demás son solo satélites girando.

Tú eres mi persona favorita.

No hay comentarios: