jueves, 20 de julio de 2006

Los colores de las ciudades

Cada ciudad tiene un color especifíco que la caracteriza. Málaga es blanca y amarilla, con algunas partículas azules, porque está junto al mar. Madrid es unas veces gris y otras multicolor, incluso más allá de las fronteras de Chueca. Pamplona es marrón y verde. Sobre todo marrón. Si cruzas las murallas de la antigua ciudadela (que son marrones, claro) y te adentras en lo viejo, las calles se estrechan y se tuercen, toman nombres gremiales y se hacen mucho más medievales. En Pamplona la mayor parte de las mujeres tienen pluma, aunque no entiendan (y a más edad, más pluma), y casi todas llevan pelo de vasca con flequillo. En sanfermines la ciudad sufre una metamorfosis brutal, se llena de forasteros casi siempre ebrios y cambia un poco de color para volverse rojiblanca. Los toros al sol son una bacanal multitudinaria y divertidísima en la que te riegan por completo de vino tinto, y la gente acaba lanzándose fruta y cabezas de langostino por los aires, y restregándose tortilla de atún por cuerpo. (Bueno, eso sólo Haizea y yo, que pertenecemos a una especie aparte, y cada día nos superamos en cosas de ese tipo).

Es imposible aburrirse en sanfermines. Al menos a mí me dio la sensación de que el tiempo pasaba a la velocidad de la luz. No paré ni un segundo, y en general mi viaje fue bastante completo, porque me dio tiempo a salir por el ambiente pamplonés, a ver anuncios de teletienda a las seis de la mañana (que son desternillantes, de verdad) y a comerme algunos animales aunque no fueran desalmados (ternera, concretamente, y trozos de salchicha, que no sé qué animal es, pero en cualquier caso sé con total certeza que ambos tenían alma porque la sentí al masticarlo). Pamplona es una ciudad pintoresca y entrañable, y un poco liliputiense al lado de Madrid. O tal vez es que Madrid es gigantesca al lado de Pamplona. Depende del lugar del que partas y de qué ciudad tengas como referente.

La visita a la capital del reino era obligada, naturalmente. Tenía que pasar por Madrid a la fuerza en mi camino de vuelta a Málaga, y ya que pasaba, decidí quedarme un par de días. Fue un par de días casi estresante, debido a la frenética vida social que llevo desde que soy emperatriz, y fue además una visita relámpago, a pesar de lo cual me sentí bastante satisfecha porque cumplí con todos los objetivos que tenía previstos: quedadas diversas con mis amistades de diversos círculos, limpieza a fondo de mi cubículo y matanza de las pelusas asesinas, comida con mis filotíos y sobre todo, despedida de mi buena amiga Vanessa, que a estas alturas estará ya de vuelta en Ginebra. (Te dije que te dedicaría sin falta un trocito de post. Era sólo para decirte todo lo que ya sabes. Que conocerte es de lo mejor que me ha pasado este año, que te voy a echar muchísimo de menos, pero muchísimo, que intentar ser erasmus y comer crepes nunca será igual si no estás tú, y por supuesto, que en mi casa tienes un huequecito asegurado para cuando vayas a Madrid, que espero que sea muy pronto).

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Y mi ciudad es azul y blanca...y no lo digo sólo yo...

Prigkinissa dijo...

He vuelto...jaja

Tristemente tienes razón y , como siempre he dicho, Madrid se caracteriza por su tono gris.Sin embargo, es un gris repleto de motitas multicolores,como bien dices, importadas de fuera(la mezcla de culturas,lenguas y estilos es lo que aplaca el gris madrileño).

Parecerá surrealista por las pocas veces que la he visto, pero yo también echaré de menos a la Suiza Conquistadora de Corazones.Vanessa a pasado de ser una simple Erasmus a una Eresmas(juego de palabras que he cogido prestado de mi principito).Todo aquellos que las conozcáis comprenderéis que la haya cogido cariño en poco tiempo y que ,incluso,me dé pena que se vaya.¿Cómo no tener cariño a alguien que irradia una bondad y una sensibilidad tan irrefutables, incluso para mi inicial escepticismo exagerado?

Bueno, María, Madrid estará muy lejos de Málaga;pero desde aquí te mando un beso con un soplido lleno de CO2 madrileño(bueno fuenlabreño,pero supngo que te conformarás)que seguro q te llega( el Destino me lo ha chivado;D).Algo es algo,¿no?La intencíón es lo q cuenta, o eso dicen por ahí.

Ninfa dijo...

Ya dijeron que ser emperatriz tenía sus cosas malas, tienes que tener una gran vida social. Pero claro solo cuantas lo bueno, pero ¿se te olvida la penquez de después del teletienda no crees? porque si no recuerdo mal madrugaste un poquito ¿no? (que mala soy, pero tenía que hacerlo despuésdel "toqueteo" :p)
Besos pequeña emperatriz, esperaremos tu regreso a la paqueña gran capital

Anónimo dijo...

"En Pamplona la mayor parte de las mujeres tienen pluma, aunque no entiendan (y a más edad, más pluma), y casi todas llevan pelo de vasca con flequillo"....

jajajaja, genial emperatriz, jejejee. tienes razón, supongo q la plumez navarra estriba en q están casi en las estribaciones de los pirineos y por allí todo es rudo....

un besazo

Anónimo dijo...

Mi pueblo es azul y en la ciudad en la que vivo es roja.Y es maravillosa. Nunca he estado en Pamplona, pero después de leer este post,ten por seguro que iré. Un beso¡

Anónimo dijo...

100 en imaginación...., realmente...
tambien extraño nuestras charlas..., BESOTES

Anónimo dijo...

Gatazul: ¿Qué ciudad es esa? Debe ser de costa, pero ahora no caigo.
Prigkinissa: Me ha encantado tu kilométrico comentario, comentario. ¡Gracias por el beso de CO2!
Ninfa: Eres mala, Ninfa. Esas cosas no se cuentan que se perjudica mi imagen pública. (Soy un fenómenos de masas, no te olvides). En realidad, estabas en tu derecho, te tocaba vengarte a ti ahora ;)
Sinfonía Agridulce: Es verdad, es que casi todas las tías tenían pluma. Es algo intrínseco a la mujer navarra.
Yellow: Una ciudad roja...Estoy intentando adivinar cuál puede ser...Aunque depende también de con qué ojos o que gafas la mires.
Marina: Pues ya estamos charlando. No te quejarás.

Anónimo dijo...

Ja, jaaa, ja. Qué gran verdad lo de las mujeres de Pamplona, yo he estado muchas veces y doy fe de ello.
Mi pueblo es amarillo y verde

Anónimo dijo...

pero madrid a veces es naranja, asi por las tardes noches, sobre todo en el verano sin aire madrileño... y a veces es blanco sucio (en invierno cuando hace mucho frio) pero claro siempre con gotitas multicolores...

vuelve pronto emperatriz que sino quien salvara fantasia???

un osculo

Anónimo dijo...

Mi pueblo es verde, Oviedo no sé de que color es, no le puedo poner un color...Pero a mi me gustan los sitios con muuuuuuuucho azuL!!!!
besotes nena

Sandoz dijo...

Será negro Madrid ahora que nos estamos torrando? Y yo que venía del verde me encuentro con esto...
Besos para la emperatriz.

Anónimo dijo...

Lizzy: ¿Y qué pueblo es? Gracias por pasarte por mi blog.
Elena: Es que Madrid es multicolor, tiene de todo. Tranquila, que yo en cuanto pueda voy y salvamos fantasia antes que la nada lo absorva todo.
Chicasurf: Mi cidad natal (aunque no la ciudad a la que pertenezco) tiene azul, aunque no mucho. A Oviedo deberíamos hacerle un estudio a fondo a ver de qué color es en realidad.
Madrid: Puede que esté negro y carbonizado con estos calores. No me extrañaría nada.

Ninfa dijo...

Pequeña emperatriz, eso si que se cuenta, al fin y al cabo yo creo que tenog una mala imagen pública por tu culpa y la de Hada gris, asi que os lo debo!!! Cuando vuelvas encontrarás carteles or toda la ciudad contandolo!

இலை Bohemia இலை dijo...

Que amenos son tus post, los iré leyendo de "a poquito" porque hay material para rato...Besos