sábado, 29 de julio de 2006

Viaje en gata a la morada de las musas

Anoche cuando todos dormían a pierna suelta, me deslicé por la hiedra invisible de la ventana y con movimientos arácnidos repté hacia abajo hasta dar con el suelo. En el portal me esperaba la gata negra con su silla de montar preparada. Como yo era liliputiense, pude ajustarme a la silla con facilidad, era perfecta para mí. (O quizá la gata era elefántica y de proporciones desmesuradas, nunca lo sabré). Los gnomos suelen ir en cisne a todas partes, al menos, el Juez Klaus (primo segundo de David el Gnomo, que en va en zorro a todas partes). Así que, ¿por qué no podía yo viajar en gata? A efectos prácticos, yo era un gnomo como otro cualquiera.

Las dilatadísimas pupilas de la gata eran dos luces largas que nos guiaban en medio de la oscuridad reinante, una oscuridad húmeda, brumosa, y casi sólida, y tan negra que apenas se distinguía del pelo de la gata. (Y es que Diana había expulsado hacía bastante rato a Febo y sus rayos del firmamento, alegando su derecho a presidir la franja horaria que le correspondía. El reino de la noche es el reino de Diana).

-¡Gata, llévame directamente al Monte Parnaso! - le dije.
- ¿Y qué se te ha perdido a ti en el Monte Parnaso?
- Necesito beber urgentemente en la Fuente Castalia*, que es donde viven las nueve musas, para ver si así recogo inspiración de algún sitio. Varias personas me han dicho que debo prolificar mucho más con el blog, pero tengo crisis de ideas.
- ¿Y no sería más fácil coger la línea naranja e ir a Las Musas de visita, como hace todo el mundo? - protestó la gata -. Me ahorrarías un largo viaje hasta Grecia, ¿no crees?.
- Te recuerdo, Gata, que la línea naranja está cerrada por obras, y no se puede llegar en metro hasta Las Musas...
- Está bien. Agárrate bien al pelo que allá vamos.

Y dicho esto, gata cabalgó sin descando toda la noche, hasta que los incipientes rayos de Febo expulsaró a Diana de su puesto privilegiado dentro del orbe universo (al menos, durante unas horas). Últimamente, las relaciones entre ambos se habían vuelto algo tensas, probablemente debido a que ahora que es verano y los días son tan largos, Febo tiene un protagonismo mucho mayor en el firmamento. (Y Diana, siendo tan envidiosa, debe llevarlo muy mal).

Cuando llegamos, subimos a lo alto del Monte Parnaso y saludamos a las nueve musas, que estaban allí desayunando con la salida del sol. Bebí toda el agua que quise de la Fuente Castalia, y también rellené varias cantimploras para futuras crisis de inspiración. (Una tiene que ser previsora en esta vida).

Cuando llegué a casa, mi madre pensó que me había ido de pedo y que acababa de volver, y se dispuso a echarme la bronca. Yo, sin más, le contesté:
- Mamá, simplemente estoy borracha de agua de la Fuente Castalia. ¿No ves que huelo a inspiración, a Calíope y a Clío?
Pero mi madre no entendió lo que yo quería decirle. Me mandó a la cama directamente. Y la gata, que ya era de tamaño gatuno, se deslizó hasta mi habitación para acompañarme mientras soñaba.


* Una de las cosas más importantes que he aprendido leyendo a Juan de Mena y al Marqués de Santillana (además de que la palabra inopia en su origen significaba escasez, del latín inops), es que la editorial de mis libros de texto debe su nombre a la Fuente Castalia, morada de las nueve musas griegas.

18 comentarios:

laamanteceleste dijo...

Pues iré yo a la fuente también...estaré atenta para cuando aparezca la gata voladora...

Anónimo dijo...

Las madres nunca entienden nada...Jejeje.
Con esto que nos has contao y que digas que estas falta de ideas...A mi me llevaría una vida entera escribir esto.
Un beso oclusivo!

Prigkinissa dijo...

Por lo que se ve, te bebiste todad la fuente."Emperadora","emperadora"
...,¡hay que compartir con los que estamos más sedientos!

Mi gatita no cabalga cual caballo veloz, ni me deja montar encima de su lomo (por instinto gatuno para no morir aplastada, no porque no me quiera); por lo que no me conduce hacia la inspiración musaica. A cambio, en los momentos tristes, me deja usarla a modo de klinex ultrasuave, y con sus grandes ojos despide unas chispas poderosas( haciendo honor a su nombre)que me acarician dulcemente,haciéndome sonreír. Es decir,mi gata no me transporta a un mundo de inspiración(sea ésta del tipo que sea); porque ella misma es inspiración,inspiración para saber "resonreir".

Un beso de parte de mi gata, que, a pesar de no ser negra, sé que te gusta. Y otro mío, aunque este último te haga menos ilusión.

P.D: emperatriz, perra,gnomo...Tienes serios transtornos de personalidad; ademá de locura atemporal.¿Has pensado en ir al psiquiatra? Bueno,mejor aun psicoanalista,que sonmejores.

Anónimo dijo...

..................

genial..., sólo puedo decir eso.

Anónimo dijo...

emperatrice, eres la máxima autoridad literaria de la blogosfera. cuando tenga dudas sintácticas, acudiré a tu diccionario...

kss

Anónimo dijo...

qué bueno.
Me encanta que hables de Grecia. Es deformación profesional.
Un beso

Azena dijo...

jiji

qué historia tan bonita

pero...

te recuerdo que estás usando los nombres romanos... ;-)

Tierra De Nadie dijo...

Vaya... me he dejado llevar por tu historia y creo que aún no he vuelto. Me encantan los mundos inventados, algunas veces me gusta pensar que existen. Un beso!

Anónimo dijo...

Eso digo yo¡¡¡que te has bebido toda la fuente¡¡¡Y has escogido a mis personajes favoritos¡¡¡¡jejej¡ Bueno, a alguno, tengo más... Es un post maravilloso.
Un beso¡¡

Anónimo dijo...

Sin cromosoma y: Ve a la fuente, sí. Sales super inspirada luego, no vuelves a ser la misma.
Chicacurf: A mí es que simplemente, se me va la pinza para todos los lados. Las madres merecen un post, aparte, ya lo he dicho.
Prigkinissa: Sí, tengo un serio trastorno de personalidad. Creo que debería tratármelo. Oye, préstame algún día a tu gata. ¡Yo quiero una también! La del post es una gata ficticia.
Marina: ¡Muchas gracias! Me alegro de que te haya gustado. Si quieres el próximo día te mando un poco de la imaginación que se me desborde junto con los anacardos o las patatas fritas ;)
Sinfonía Agridulce: Gracias, Sinfonía. Ya te dije que yo también soy una fan incondicional de tu blog, y me honra que alguien de tanto prestigio en la blogsfera me lea con esa fidelidad.
Clementine: Y a mí también me gusta hablar de Grecia. Es un mundo que me fascina.
Azena: Gracias. Es cierto, he puesto los nombres latinos sin darme cuenta. Creo que sólo tú lo has notado. Je, je, je. Tendré que escribir otro post con los equivalentes griegos.
Tierra de nadie: Ojalá existieran, la verdad. Me alegro de que te haya gustado la historia :)

Anónimo dijo...

Eso son viajes

Fiodor M. Dostoievski dijo...

Qué delirio. Es como si hubieras hecho una mezcla entre la literatura del siglo XV con ácido lisérgico.
Un beso.

Anónimo dijo...

Yellow: Je, je, je. Gracias. Sí, la verdad es que bebí bastante de la fuente.
Lizzy: Sí, un viaje larguísimo, además. No sé cómo pude hacerlo en una sola noche.
Dostoievski: Sí,la verdad es que es un efecto directo de pasar tanto tiempo leyendo a los autores del siglo XV.

Ninfa dijo...

Puedo llevarte a un sitio donde las musas recorren el pensamiento, no es tan maravilloso como la Fuente de Castalia pero yo creo que sies digno de la presencia de una emperatriz como tu y no está muy lejos. Además no necesitamos recurrir a Gata el color rojo nos lleva hasta ella y por el momento no está cerrado ¿Adivinas a que sitio me refiero?

Anónimo dijo...

Jolín qué bien escribes niña....voy a ver si encuentroyo la fuente también, y me emborracho de ella..

Anónimo dijo...

emperatrice, actualízanos este verano infame con algunas de tus greguerías inteligentes, ya se echan en falta....

kss

Anónimo dijo...

Castalia didactica, qué recuerdos...
cómo me gusta de vez en cuando salir del volcán, asomar mi cabecita por el mundo blog y leer tus rayadas---

Anónimo dijo...

ohh q bonito, yo quiero una gata que me lleve a sitios lejos.

besitos