viernes, 15 de febrero de 2008

Ratones

Me parece que estos últimos días en Amsterdam se han pasado volando, y en general, han sido unos días muy agradbles. Quizás haya sido el no parar, los días de sol y buen tiempo.

Ya he empezado el segundo cuatrimestre, y he empezado con ganas, bastante animada, en medio de un caos de gente nueva, de visitas (Manceba primero, y luego la gran pena Sarapla), y de todo nuevo, como a mí me gusta. De gente nueva que voy conociendo, de nuevas asignaturas, y nuevos compañeros de piso, gracias a dios. Ahora que están aquí David y Mireyis, la casa está mucho más limpia y habitable. Hasta hemos puesto decoración popera ochentera en una pared, y al Dalai Lama pegado en la nevera.

El viernes se produjo un episodio digno de contar, porque me atraganté durante la cena y pensé que se me habían encharcado los pulmones. Me dio un ataque de nervios, seguido de mareo, castañeo de dientes, llanto y luego risa, ante la mirada perpleja de los comensales.

La cama de matrimonio pasó a la historia. Ahora ha sido substituida por dos camastros con unos somieres un tanto defectuosos, por lo que por la noche a veces nos hundimos y tenemos que levantarnos a recolocarlo todo (esta noche, dos hundimientos, primero Jaizi y luego yo).

La guerra contra los ratones parecía acabada, pero anoche descubrimos que no, que todavía quedan, y lo peor es que no sabemos cómo ni por dónde entran, ni dónde viven cuando no es de noche. En los últimos cuatro días ha tenido lugar el exterminio de ocho ratones, una auténtica plaga, por medios que no quiero ni recordar (contrarios a mis principios, pero llegados a este punto, no ha habido otra). Veremos a ver si lo solucionamos pronto, o si no, habrá que llamar a los de sanidad, como dice Philippa.

Y hoy, un domingo un tanto peculiar. Hace un sol radiante, pero estoy en casa acatarradas, sin salir y sin resaca, leyendo fragmentos del Tao Te Ching y viendo la independencia de Kosovo en directo y reposiciones de un festival circense de Montecarlo del año 82 (como poco). Y con los deberes de inglés sin hacer, claro.

Nueva actualización pronto...

5 comentarios:

Ripley dijo...

Bueno, parece que alguien está muy entretenida, eso es bueno pero¿cómo puedes dormir sabiendo que hay roedores por ahí danzando? puagh, ¡qué asco!

Anónimo dijo...

Como puedes dormir pensando que hay ratones?? Y como puedes dormir pensando que igual acabas en el piso de abajo?? jajaja No seais tontas, hacedme el favor: por una cama digna!!!!! Que es eso de que lleguen y os echen de vuestra cama?? Diles a David y Mireyis de mi parte que no tengan tanto morro!!! Bueno, aunque con sus limpiezas os librareis de coger alguna enfermedad infecciosa jeje!!
1besazooooo
P.D: Jaizi vive??? jajaja que como no da señales de vida jiji!!

Anónimo dijo...

Holaaaaa!!!!Q tal niña?
¿David no ha dicho que es grotesco y de mal gusto?Pobre Mr.Mouse...A ver cuando hablamos que te tengo que contar un finde intenso,je je...
Bueno,un besito de la pena mayor.¡Y saludos a la tata!

Shangri-la dijo...

Hola. Te invitamos a visitar nuestra publicación. Un saludo.

La Penca dijo...

Pauline: Jejeje...Ya me he acostumbrado a los roedores...Qué remedio. Aunque se acabron, casi (creo). Jejeje.

Rebe: Jejeje...Yo también prefería la otra cama, pero qué se le va a hacer. Yo esta noche me he hundido varias veces. Pero davdi ha descubierto un método que consiste en pegar con fixo (cello) el somier a la cama, para que no se hunda...Y a Jaizi parece que le está funcionando, así que nada. Los ratones parece que se han acabado, aunque no podemos cantar victoria. Ya actualizaré con las buenas nuevas :) Un besico.

Sarapla: Deivid está cada día más chotado...Jajaja. Aunque nada le da tanto asco como la chistorra. A ver qué tal se presenta este finde. Un besico, y ya hablamos.