Primavera de papel

En la almohada por las mañanas, en la playa del cuello*, en el ombligo, en la lluvia con olor a verano, en la bolsa de la compra, en los elefantes de origami desperdigados por la cocina...

Yo también pienso que hay un poquito de ti en todas partes.
Y que esos 55.000 gramos de ti me hacen querer y querer hacer.

Cuatro primaveras contigo me hacen feliz y enorme como un gigante riéndose.

Tal vez vayamos a Noruega en verano...

*La playa del cuello es el lugar, un tanto difuso y de difícil acceso, donde acaba el pelo y comienza la nunca, y que, por asemejarse a una orilla, recibe el susodicho nombre.